no hablamos mucho. a mí me gusta escuchar sus historias, de amores y desamores. tomamos birra, eso sí. yo fumo en la ventana, o en el balcón. sacamos fotos, escuchamos música. ella canta lindo, también toca la guitarra. yo escucho, me muevo. me gusta escuchar, y a ella me gusta escucharla particularmente, quizás porque se puede escucharla de tantas formas. si el departamento hubiera estado ordenado, el encanto no hubiera sido el mismo.
lástima que, con mi mala costumbre, tenía ganas de lavar los platos.
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2 comentarios:
Fantásticoooo!!! Tan mínimo y tan real. Impresionante. Un beso!
ja!
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