El
otro día fui a visitar a amigo Marcos.
Mientras tomábamos mate, en algún momento le pregunté si X persona
le caía bien.
- No
me cae bien, pero no me desagrada. - Me dijo.
- ¿No
es lo mismo? ¿Que alguien te desagrade y que alguien te caiga mal,
no es lo mismo? - Le pregunté.
Se
quedó pensando un momento.
- No.
- Me dijo – Puede caerme mal alguna persona que admiro mucho. De
hecho, pasa. No puedo admirar a alguien que me desagrade.
Me
pareció una buena respuesta, una buena diferenciación en los términos.