martes, 25 de mayo de 2010

Lalalalaiieeeuuu

Quizas eran pececitos de colores, los que nadaban en el suelo aguado. Aguado porque había llovido, llovió dos, tres, cuatro noches seguidas, ya no lo recuerdo. Finalmente salió el sol. O no, porque no era el sol, el cielo intentaba amanecer, y en el suelo aguado los pecesitos de colores. Me hubiera gustado tener una cámara fotográfica. No, no sé para qué, no hubiera podido capturar la calle. La calle con los pececitos nadando, nadando en el suelo aguado con las hojas de otoño, mojadas ya, que bailoteaban. No caminaba nadie, sólo yo. Yo acompañada por los pecesitos y las hojas de otoño, que nadaban y bailaban. Que lindo viaje que tuve.

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