domingo, 4 de septiembre de 2011

---

Paloma tenía once años. Quería morir, y estaba decidida a suicidarse el día de su cumpleaños número doce, porque no quería pasar toda su vida como un pez en la pecera (hay gente que se suicida tirándose por la ventana - eso es absurdo - así se sufre más - uno decide terminar con su vida para dejar de sufrir -). La muerte no es tan importante, pensaba, lo que importa es lo que uno hace en el instante. 
René llora. Paloma la abraza, René le dice que no quiere que la vea así. Paloma la abraza más fuerte. Al día siguiente René muere. Si la muerte es esto, dejar de estar con la gente que amás, dice Paloma, entonces es algo tan trágico como todos dicen. Lo que importa es lo que uno hace en el instante. En el instante en que René murió, estaba lista para amar.

Los domingos son buenos días para andar en bici, cuando no pasan tantos autos por la calle. Las avenidas son otra cosa. Imposible la conciencia de saber que hay personas atrás de todas esas máquinas horribles que hacen ruido y aplastan. Hoy, tranquilidad. Aunque se extrañan los colores del otoño, y la primavera no es exactamente tan linda. En casa, lo primero sigue siendo el mate. 

2 comentarios:

Lápiz Azul dijo...

Como se entienden los erizos - al menos me parece compartir tu encanto con todo esto. Saludos

Lucas Fulgi dijo...

Ufff... duro. Me trae a la mente a Mi planta de naranja lima.

Qué instante.