Últimamente y desde hace un tiempo, que no es lo mismo aunque parezca que sí, sentarme en el sillón a las dos de la madrugada, tomar té con limón, acariciar a la gata y ponerme a escribir largas cartas al viento, al otoño que algún día volverá - al mar -.
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5 comentarios:
Nada como un té con limon para que la noche deje de tener gusto a noche
Es menester que lea esas cartas. Abrazo, Conejo.
(o quizás deba animarme a salir al otoño y al mar para cazar alguna que sobrevuele mi cabeza)
Ya vuelven?
ya volvió, pero fue todo raro y diferente. a veces pasa...
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